lunes, 2 de mayo de 2016

¡¡Nos mudamos!!

A partir de ahora nos cambiamos de extensión, ha sido un placer trabajar con la tecnología blogger pero es el momento de realizar un cambio.

Puedes seguir visitando este Blog en: https://efectoambientologoblog.wordpress.com/

Gracias

viernes, 29 de abril de 2016

Cambio Climático Parte I

El Cambio Climático es cada vez un problema que se va acentuando, este problema cada vez tiene un calado mayor en la población pero lo que es más preocupante es una asimilación como un problema más de los que nos acontecen. 
Actualmente hay pruebas, investigaciones científicas, que nos evidencian sobre las acciones sobre el calentamiento global. Modificaciones en la distribución de animales o plantas, el crecimiento de la cosecha, la pesca, períodos de sequía y estaciones con variaciones
térmicas y pluviométricas atípicas.

Se llama cambio climático a la variación global del clima de la Tierra. Esta variación es debida a causas naturales pero también a la acción del hombre y se producen a muy diversas escalas de tiempo y sobre todos los parámetros climáticos: temperatura, precipitación, nubosidad, etc. El mundo industrializado ha conseguido que la concentración de estos gases haya aumentado un 30% desde el siglo pasado, cuando, sin la actuación humana, la naturaleza se encargaba de equilibrar las emisiones. Por lo tanto, podemos afirmar que el hombre es el causante de la aceleración de este cambio, un cambio que no le permite a la naturaleza por sí misma de auto-equilibrarse. 

Existen muchos ejemplos que podemos citar de como el calentamiento global, cambio climático o efecto invernadero, han comenzado a hacer estragos y se esta dejando notar. 
Gorrión común./ Foto SEO/BirdLife

Como cada año, la organización ornitológica SEO/BirdLife, mediante votación popular abierta se eligió como Ave del Año 2016 al gorrión común (Passer domesticus). El gorrión una ave característica y común es una claro ejemplo de como está sufriendo las consecuencias y los efectos del cambio climático. 
Este ave sedentaria se distribuye por todo el planeta y es muy habitual en entornos urbanos, aun así su población se ha visto disminuida en los últimos años. En España, los análisis indican una caída de más de un 14% con respecto a 1998. Conviviendo con el ser humano desde hace siglos y gracias a ello se ha extendido a lugares donde no existía de forma natural. La falta de alimentos, la competencia de las especies exóticas, los insecticidas, son cambios producidos por el ser humano.


A final de 2015 nos encontramos con otra evidencia, los medios de comunicación se hacía eco de la sequía del Ebro, en pleno invierno. La cuenca del Ebro cerraba un año natural en el que los principales síntomas que los expertos atribuyen al cambio climático se habrán dejado sentir con una claridad tan inusual como inquietante: sequedad generalizada al comenzar el invierno del segundo año más caluroso desde que existen datos y que, al mismo tiempo, incluyó la mayor riada en medio siglo.

Sequía en pleno invierno en el Ebro/ Imagen E.Bayona
De hecho, las previsiones de la Oficina de Planificación de la CHE (Conferencia Hidrográfica del Ebro) pronostica que la alteración de la meteorología restará 600 hectómetros cúbicos anuales de agua a la cuenca, pasando a tener más déficit hídrico de 1.500 hectómetros cúbicos, mayor que el que soporta el litoral en su conjunto: 400 en el Segura, 300 en la zona oriental de Andalucía, 245 en el Júcar y 78 en Cataluña, según sus respectivos planes hidrológicos. 
De la misma manera, el calentamiento global provocará un aumento del nivel del mar de entre 15 y 100 centímetros provocando la inundación al Delta del Ebro. 
Además, recientes estudios que manejan los responsables de la CHE también apuntan a una serie de cambios en el régimen de precipitaciones que harán que nieve menos y que esas reservas se fundan en menos tiempo, debido al aumento de la temperatura invernal y primaveral en el Pirineo, reduciendo la posibilidad de aprovechar esos recursos. 

El negacionismo climático lo tiene cada vez más difícil, porque cada vez hay más evidencias. Durante la Cumbre sobre el Clima celebrada en el mes de diciembre de 2015 en París, se discutió sobre los elevados costes de las medidas necesarias para evitar que la temperatura suba por encima de los dos grados a final de siglo. Pero, esa no es la única cuenta que se debe hacer. También hay que calcular el coste, económico y humano, de vidas, que estos fenómenos extremos nos suponen y nos van a suponer en el futuro si no ponemos remedio. 


Ésta es la primera parte de una serie de publicaciones ha realizar sobre el cambio climático, cuyo objetivo es concienciar de su importancia, de sus consecuencias y aunque parezca alarmista, estamos a tiempo de mitigar esos efectos, por nuestro presente pero también por nuestro futuro y el de las próximas generaciones. 









Cambio Climático Parte I

El Cambio Climático es cada vez un problema que se va acentuando, este problema cada vez tiene un calado mayor en la población pero lo que es más preocupante es una asimilación como un problema más de los que nos acontecen. 
Actualmente hay pruebas, investigaciones científicas, que nos evidencian sobre las acciones sobre el calentamiento global. Modificaciones en la distribución de animales o plantas, el crecimiento de la cosecha, la pesca, períodos de sequía y estaciones con variaciones
térmicas y pluviométricas atípicas.

Se llama cambio climático a la variación global del clima de la Tierra. Esta variación es debida a causas naturales pero también a la acción del hombre y se producen a muy diversas escalas de tiempo y sobre todos los parámetros climáticos: temperatura, precipitación, nubosidad, etc. El mundo industrializado ha conseguido que la concentración de estos gases haya aumentado un 30% desde el siglo pasado, cuando, sin la actuación humana, la naturaleza se encargaba de equilibrar las emisiones. Por lo tanto, podemos afirmar que el hombre es el causante de la aceleración de este cambio, un cambio que no le permite a la naturaleza por sí misma de auto-equilibrarse. 

Existen muchos ejemplos que podemos citar de como el calentamiento global, cambio climático o efecto invernadero, han comenzado a hacer estragos y se esta dejando notar. 
Gorrión común./ Foto SEO/BirdLife

Como cada año, la organización ornitológica SEO/BirdLife, mediante votación popular abierta se eligió como Ave del Año 2016 al gorrión común (Passer domesticus). El gorrión una ave característica y común es una claro ejemplo de como está sufriendo las consecuencias y los efectos del cambio climático. 
Este ave sedentaria se distribuye por todo el planeta y es muy habitual en entornos urbanos, aun así su población se ha visto disminuida en los últimos años. En España, los análisis indican una caída de más de un 14% con respecto a 1998. Conviviendo con el ser humano desde hace siglos y gracias a ello se ha extendido a lugares donde no existía de forma natural. La falta de alimentos, la competencia de las especies exóticas, los insecticidas, son cambios producidos por el ser humano.


A final de 2015 nos encontramos con otra evidencia, los medios de comunicación se hacía eco de la sequía del Ebro, en pleno invierno. La cuenca del Ebro cerraba un año natural en el que los principales síntomas que los expertos atribuyen al cambio climático se habrán dejado sentir con una claridad tan inusual como inquietante: sequedad generalizada al comenzar el invierno del segundo año más caluroso desde que existen datos y que, al mismo tiempo, incluyó la mayor riada en medio siglo.

Sequía en pleno invierno en el Ebro/ Imagen E.Bayona
De hecho, las previsiones de la Oficina de Planificación de la CHE (Conferencia Hidrográfica del Ebro) pronostica que la alteración de la meteorología restará 600 hectómetros cúbicos anuales de agua a la cuenca, pasando a tener más déficit hídrico de 1.500 hectómetros cúbicos, mayor que el que soporta el litoral en su conjunto: 400 en el Segura, 300 en la zona oriental de Andalucía, 245 en el Júcar y 78 en Cataluña, según sus respectivos planes hidrológicos. 
De la misma manera, el calentamiento global provocará un aumento del nivel del mar de entre 15 y 100 centímetros provocando la inundación al Delta del Ebro. 
Además, recientes estudios que manejan los responsables de la CHE también apuntan a una serie de cambios en el régimen de precipitaciones que harán que nieve menos y que esas reservas se fundan en menos tiempo, debido al aumento de la temperatura invernal y primaveral en el Pirineo, reduciendo la posibilidad de aprovechar esos recursos. 

El negacionismo climático lo tiene cada vez más difícil, porque cada vez hay más evidencias. Durante la Cumbre sobre el Clima celebrada en el mes de diciembre de 2015 en París, se discutió sobre los elevados costes de las medidas necesarias para evitar que la temperatura suba por encima de los dos grados a final de siglo. Pero, esa no es la única cuenta que se debe hacer. También hay que calcular el coste, económico y humano, de vidas, que estos fenómenos extremos nos suponen y nos van a suponer en el futuro si no ponemos remedio. 


Ésta es la primera parte de una serie de publicaciones ha realizar sobre el cambio climático, cuyo objetivo es concienciar de su importancia, de sus consecuencias y aunque parezca alarmista, estamos a tiempo de mitigar esos efectos, por nuestro presente pero también por nuestro futuro y el de las próximas generaciones. 









viernes, 12 de febrero de 2016

Humedales para nuestro futuro: La Laguna de Herrera


El 2 de febrero de cada año es el Día Mundial de los Humedales, fecha en que se firmó en 1971 el Convenio sobre los Humedales, en la ciudad iraní de Ramsar.

Uno de los principales logros de este Convenio ha sido la creación de la lista de humedales de importancia internacional. El Estado español cuenta con 74 zonas húmedas incorporadas a la Lista de Humedales de Importancia Internacional. La mayoría de las zonas húmedas de importancia internacional, protegidas por este Convenio Ramsar, cuentan con otras figuras de protección(parque nacional, parque natural o ZEPA.
A pesar de ello, resulta evidente la grave situación en que se encuentran la mayoría de nuestros humedales, los cuales durante siglos han sido considerados como eriales y zonas insalubres, por lo que fueron objeto de continuos planes de desecación, ocupaciones producidas por la actividad agrícola, extracción de aguas fluviales y subterráneas, vertidos de aguas contaminadas y residuos, construcción de infraestructuras de transporte y urbanizaciones en sus márgenes.

En la Vega de Antequera, en la pedanía de Los Llanos de Antequera, disponemos de uno de los humedales más importantes de Andalucía al tratarse de la laguna más grande de agua dulce de la provincia de Málaga, y la tercera de Andalucía. Constituyendo un ecosistema de gran valor ecológico, el de los pequeños humedales estepáricos del interior peninsular, únicos en la Unión Europea.
Situado en la cuenca hidrográfica del Guadalhorce, la Laguna de Herrera se comporta como un humedal estacional, cuyo régimen hídrico varia en función del descenso de los niveles piezométricos  y la evaporación, desecándose por completo durante en verano en condiciones naturales. Sin embargo, en la actualidad el régimen hídrico original del humedal se encuentra alterado mediante una red de drenes que desaguan las aguas entrantes hacia el río Guadalhorce.  

Flamencos en Laguna de Herrera. SEO Málaga

La Laguna de Herrera cumple  una función fundamental en la recarga del acuífero que permite una productiva agricultura de la Vega antequerana, puesto que progresivamente son más las prácticas agrícolas que sustentan unos humedales sanos.
Actualmente la Laguna de Herrera presenta un carácter de propiedad privada, aunque esto no ha constituido un impedimento para su inclusión en el Inventariado de Humedales de Andalucía, puesto que este humedal antequerano cumple todas las características: ser hábitat de varias poblaciones de fauna, sus valores naturales, geológicos, geomofológicos o culturales, éste carácter privado si imposibilita su recuperación y la puesta en valor. Por lo tanto garantizar una mayor medida de conservación de los valores naturales y de la rica biodiversidad que alberga debe ser el siguiente paso.
La recuperación de la Laguna de Herrera sería perfectamente compatible con la explotación agrícola de su entorno. No se encuentran motivos para considerar que las actuales concesiones legales de agua que se vienen realizando para extracción de pozos, y el suministro para riego, siempre que se realicen de manera legal, no puedan mantener su continuidad en los mismos términos y condiciones en que actualmente se vienen realizando. 
Por el contrario, drásticas limitaciones hídricas se impondrían en caso de ser declarado sobreexplotado el acuífero de la Vega de Antequera, evitable precisamente con actuaciones como la protección de la Laguna de Herrera, verdadero embudo del acuífero.


En definitiva, la protección de la Laguna de Herrera sería precisamente uno de los principales garantes para la conservación de la agricultura en toda la vega, la potenciación en un futuro de la agricultura biológica, hoy muy demandada en los mercados internacionales y nacionales; la posible obtención de ayudas agroambientales para las explotaciones que realicen una agricultura sostenible; la contribución al desarrollo rural, aportando un elemento más al patrimonio natural y cultural de Antequera por el valor añadido a estos terrenos debido a su singularidad ecológica y paisajística; fomento del turismo de naturaleza, y de observación de la avifauna; o la creación de un recurso para la educación medioambiental de cara a la población escolar y al resto de usuarios, serían sus múltiples beneficios derivados de su protección mediante una figura mayor.

Localización Laguna de Herrera, Antequera (Málaga)

Humedales para nuestro futuro: La Laguna de Herrera


El 2 de febrero de cada año es el Día Mundial de los Humedales, fecha en que se firmó en 1971 el Convenio sobre los Humedales, en la ciudad iraní de Ramsar.

Uno de los principales logros de este Convenio ha sido la creación de la lista de humedales de importancia internacional. El Estado español cuenta con 74 zonas húmedas incorporadas a la Lista de Humedales de Importancia Internacional. La mayoría de las zonas húmedas de importancia internacional, protegidas por este Convenio Ramsar, cuentan con otras figuras de protección(parque nacional, parque natural o ZEPA.
A pesar de ello, resulta evidente la grave situación en que se encuentran la mayoría de nuestros humedales, los cuales durante siglos han sido considerados como eriales y zonas insalubres, por lo que fueron objeto de continuos planes de desecación, ocupaciones producidas por la actividad agrícola, extracción de aguas fluviales y subterráneas, vertidos de aguas contaminadas y residuos, construcción de infraestructuras de transporte y urbanizaciones en sus márgenes.

En la Vega de Antequera, en la pedanía de Los Llanos de Antequera, disponemos de uno de los humedales más importantes de Andalucía al tratarse de la laguna más grande de agua dulce de la provincia de Málaga, y la tercera de Andalucía. Constituyendo un ecosistema de gran valor ecológico, el de los pequeños humedales estepáricos del interior peninsular, únicos en la Unión Europea.
Situado en la cuenca hidrográfica del Guadalhorce, la Laguna de Herrera se comporta como un humedal estacional, cuyo régimen hídrico varia en función del descenso de los niveles piezométricos  y la evaporación, desecándose por completo durante en verano en condiciones naturales. Sin embargo, en la actualidad el régimen hídrico original del humedal se encuentra alterado mediante una red de drenes que desaguan las aguas entrantes hacia el río Guadalhorce.  

Flamencos en Laguna de Herrera. SEO Málaga

La Laguna de Herrera cumple  una función fundamental en la recarga del acuífero que permite una productiva agricultura de la Vega antequerana, puesto que progresivamente son más las prácticas agrícolas que sustentan unos humedales sanos.
Actualmente la Laguna de Herrera presenta un carácter de propiedad privada, aunque esto no ha constituido un impedimento para su inclusión en el Inventariado de Humedales de Andalucía, puesto que este humedal antequerano cumple todas las características: ser hábitat de varias poblaciones de fauna, sus valores naturales, geológicos, geomofológicos o culturales, éste carácter privado si imposibilita su recuperación y la puesta en valor. Por lo tanto garantizar una mayor medida de conservación de los valores naturales y de la rica biodiversidad que alberga debe ser el siguiente paso.
La recuperación de la Laguna de Herrera sería perfectamente compatible con la explotación agrícola de su entorno. No se encuentran motivos para considerar que las actuales concesiones legales de agua que se vienen realizando para extracción de pozos, y el suministro para riego, siempre que se realicen de manera legal, no puedan mantener su continuidad en los mismos términos y condiciones en que actualmente se vienen realizando. 
Por el contrario, drásticas limitaciones hídricas se impondrían en caso de ser declarado sobreexplotado el acuífero de la Vega de Antequera, evitable precisamente con actuaciones como la protección de la Laguna de Herrera, verdadero embudo del acuífero.


En definitiva, la protección de la Laguna de Herrera sería precisamente uno de los principales garantes para la conservación de la agricultura en toda la vega, la potenciación en un futuro de la agricultura biológica, hoy muy demandada en los mercados internacionales y nacionales; la posible obtención de ayudas agroambientales para las explotaciones que realicen una agricultura sostenible; la contribución al desarrollo rural, aportando un elemento más al patrimonio natural y cultural de Antequera por el valor añadido a estos terrenos debido a su singularidad ecológica y paisajística; fomento del turismo de naturaleza, y de observación de la avifauna; o la creación de un recurso para la educación medioambiental de cara a la población escolar y al resto de usuarios, serían sus múltiples beneficios derivados de su protección mediante una figura mayor.

Localización Laguna de Herrera, Antequera (Málaga)

sábado, 9 de enero de 2016

"Limpieza" de Ríos

Tras las precipitaciones acaecidas en estos días, surge la idea de que "hay que limpiar los ríos", una idea que está profundamente enraizada. Culpándose a la no limpieza de los ríos como la causante de las inundaciones. 
Esta interpretación de los hechos, resulta muy llamativa y se manifiesta en ríos grandes y pequeños de la Península. 

La idea de la limpieza de los ríos puede provenir de esa mentalidad ancestral de tantas labores de manejos tradicionales, como la limpieza de los bosques para que no se produzcan incendios. Quizás, también porque en el pasado se "limpiaban" los cauces con frecuencia, a sabiendas de que no servía para nada, pero con ello se mantenía callado al personal y se ganaba votos. 
En definitiva, no hay crecida en las que no se demande la "limpieza del río" y desde luego, las aseveraciones de los científicos contra esas malas prácticas poco o nada se tienen en cuenta.


 "Limpieza" de un Río: 

En primer lugar habría que poner "limpieza" entre comillas, porque es una expresión que consiste en eliminar lo sucio, por ello debería de estar limitada a los residuos de origen humano que pueden encontrarse en el cauce del río.  
Cuando se pretende "limpiar" un río no es eliminarlo de basuras, sino de sedimentos, vegetación viva y muerta, en definitiva elementos naturales del propio río. Se demanda agrandar la sección del cauce y reducir su rugosidad para que el agua circule en mayor volumen y a mayor velocidad sin desbordarse. 

Cuando hablamos de limpieza de un río estamos dragando y arrancando vegetación, destruyendo el cauce, modificando su morfología, se rompe el equilibrio hidromorfológico vertical, transversal y longitudinal, se elimina vegetación viva, que ejercen de reguladoras del correcto funcionamiento del río, aniquilando muchos seres vivos. 
Así el río sufre un daño denunciable de acuerdo con las directivas europeas y la legislación estatal.
Estas prácticas se realizan con maquinaria pesada, sin información pública y además, sin evaluación de impacto ambiental. En España continúa siendo una práctica muy generalizada y constituye una de las causas de deterioro de nuestros ecosistemas fluviales. 

Por un lado, La "limpieza" de ríos son prácticas inútiles, ya que tras la limpieza y en los siguientes episodios de crecidas, el río volverá a acumular materiales en las mismas zonas que están "limpias", recuperando la morfología muy cercana a la original. Por ejemplo, si se draga el cauce en las primeras horas de la crecida, los sedimentos movilizados rellenarán los huecos. Pero si pensamos en los grandes ríos dragar una sección de grava de su lecho aumenta mínimamente la sección de la corriente desbordada, siendo despreciable, por lo tanto sería  tirar el dinero, es un despilfarro de mayor cuantía que indemnizar las pérdidas agrarias.

Otra cuestión evidente de la "limpieza" de los ríos es que son contraproducentes, ya que pueden provocar numerosos efectos negativos, como pueden ser: 

  • Fuerte incremento de los procesos de erosión lateral y en el propio lecho del cauce. 
  • Destrucción de la vegetación de ribera. 
  • Anulación de los procesos de regeneración de las comunidades vegetales ribereñas. 
  • Reducción de la biodiversidad. 
  • Impacto negativo sobre especies animales que pueden estar protegidas o en peligro de extinción. 
  • Incremento de especies oportunistas. 
  • Fuerte empeoramiento del estado ecológico- Incumpliendo así la Directiva Marco del Agua. 
  • Impacto paisajístico
  • Aumento de las puntas de velocidad de corriente. 
  • Generación de conflicto social. 



La Limpieza la hace el río: 

Los ríos poseen las crecidas fluviales como un mecanismo para "limpiar" periódicamente su cauce y se puede afirmar que lo hace bastante bien, mucho mejor que nosotros. El sistema fluvial es un sistema de transporte y de regulación. El cauce sirve para transportar agua, sedimentos y seres vivos, y con su propia morfología diseñada por sí mismo y con la ayuda de la vegetación tiene la capacidad de auto-regular sus crecidas. Por todo ello, se debería intentar imitarlo dando mayor espacio al río y regulándolo menos. 
Las crecidas distribuyen y clasifican los sedimentos y ordenan la vegetación, renovando el cauce, lo limpian de especies invasoras y de poblaciones excesivas. 
Se puede ayudar al río con su limpieza, retirando basuras, sin emplear maquinaria, retirando madera, o materia muerta. 

Es necesario dejar de demandar "limpiezas" y pensar en el funcionamiento de un río, buscar soluciones frente a las inundaciones, gestionarlos mejor, abordar el problema mas allá del corto plazo, porque inundaciones va a seguir habiendo y las zonas inundables, se inundarán siempre. 




Con todo esto, desde Efecto Ambientólogo queremos, por un lado,  concienciar de que la actual "limpieza" es una actuación destructiva del cauce que no sirve para reducir los riesgos de inundación.  Y por otro lado, educar para conseguir que las sociedades ribereñas renuncien a este tipo de acciones y promover mecanismos alternativos de gestión. 
Pasar del concepto de limpieza de cauces al concepto de mantenimiento y conservación de cauces 



"Limpieza" de Ríos

Tras las precipitaciones acaecidas en estos días, surge la idea de que "hay que limpiar los ríos", una idea que está profundamente enraizada. Culpándose a la no limpieza de los ríos como la causante de las inundaciones. 
Esta interpretación de los hechos, resulta muy llamativa y se manifiesta en ríos grandes y pequeños de la Península. 

La idea de la limpieza de los ríos puede provenir de esa mentalidad ancestral de tantas labores de manejos tradicionales, como la limpieza de los bosques para que no se produzcan incendios. Quizás, también porque en el pasado se "limpiaban" los cauces con frecuencia, a sabiendas de que no servía para nada, pero con ello se mantenía callado al personal y se ganaba votos. 
En definitiva, no hay crecida en las que no se demande la "limpieza del río" y desde luego, las aseveraciones de los científicos contra esas malas prácticas poco o nada se tienen en cuenta.


 "Limpieza" de un Río: 

En primer lugar habría que poner "limpieza" entre comillas, porque es una expresión que consiste en eliminar lo sucio, por ello debería de estar limitada a los residuos de origen humano que pueden encontrarse en el cauce del río.  
Cuando se pretende "limpiar" un río no es eliminarlo de basuras, sino de sedimentos, vegetación viva y muerta, en definitiva elementos naturales del propio río. Se demanda agrandar la sección del cauce y reducir su rugosidad para que el agua circule en mayor volumen y a mayor velocidad sin desbordarse. 

Cuando hablamos de limpieza de un río estamos dragando y arrancando vegetación, destruyendo el cauce, modificando su morfología, se rompe el equilibrio hidromorfológico vertical, transversal y longitudinal, se elimina vegetación viva, que ejercen de reguladoras del correcto funcionamiento del río, aniquilando muchos seres vivos. 
Así el río sufre un daño denunciable de acuerdo con las directivas europeas y la legislación estatal.
Estas prácticas se realizan con maquinaria pesada, sin información pública y además, sin evaluación de impacto ambiental. En España continúa siendo una práctica muy generalizada y constituye una de las causas de deterioro de nuestros ecosistemas fluviales. 

Por un lado, La "limpieza" de ríos son prácticas inútiles, ya que tras la limpieza y en los siguientes episodios de crecidas, el río volverá a acumular materiales en las mismas zonas que están "limpias", recuperando la morfología muy cercana a la original. Por ejemplo, si se draga el cauce en las primeras horas de la crecida, los sedimentos movilizados rellenarán los huecos. Pero si pensamos en los grandes ríos dragar una sección de grava de su lecho aumenta mínimamente la sección de la corriente desbordada, siendo despreciable, por lo tanto sería  tirar el dinero, es un despilfarro de mayor cuantía que indemnizar las pérdidas agrarias.

Otra cuestión evidente de la "limpieza" de los ríos es que son contraproducentes, ya que pueden provocar numerosos efectos negativos, como pueden ser: 

  • Fuerte incremento de los procesos de erosión lateral y en el propio lecho del cauce. 
  • Destrucción de la vegetación de ribera. 
  • Anulación de los procesos de regeneración de las comunidades vegetales ribereñas. 
  • Reducción de la biodiversidad. 
  • Impacto negativo sobre especies animales que pueden estar protegidas o en peligro de extinción. 
  • Incremento de especies oportunistas. 
  • Fuerte empeoramiento del estado ecológico- Incumpliendo así la Directiva Marco del Agua. 
  • Impacto paisajístico
  • Aumento de las puntas de velocidad de corriente. 
  • Generación de conflicto social. 



La Limpieza la hace el río: 

Los ríos poseen las crecidas fluviales como un mecanismo para "limpiar" periódicamente su cauce y se puede afirmar que lo hace bastante bien, mucho mejor que nosotros. El sistema fluvial es un sistema de transporte y de regulación. El cauce sirve para transportar agua, sedimentos y seres vivos, y con su propia morfología diseñada por sí mismo y con la ayuda de la vegetación tiene la capacidad de auto-regular sus crecidas. Por todo ello, se debería intentar imitarlo dando mayor espacio al río y regulándolo menos. 
Las crecidas distribuyen y clasifican los sedimentos y ordenan la vegetación, renovando el cauce, lo limpian de especies invasoras y de poblaciones excesivas. 
Se puede ayudar al río con su limpieza, retirando basuras, sin emplear maquinaria, retirando madera, o materia muerta. 

Es necesario dejar de demandar "limpiezas" y pensar en el funcionamiento de un río, buscar soluciones frente a las inundaciones, gestionarlos mejor, abordar el problema mas allá del corto plazo, porque inundaciones va a seguir habiendo y las zonas inundables, se inundarán siempre. 


martes, 8 de diciembre de 2015

Custodia del Territorio: Una herramienta de conservación


La custodia del territorio surge de la necesidad de gestionar y revalorizar ecológica, social, cultural y económicamente una reserva en pro de la conservación. Pero... ¿qué es la custodia del territorio?

Se define custodia del territorio a el conjunto de estrategias e instrumentos que pretenden implicar a los propietarios y usuarios del territorio en la conservación y el buen uso de los valores y los recursos naturales, culturales y paisajísticos.
Para conseguirlo promueve acuerdos y mecanismos de colaboración conjunta entre propietarios, entidades de custodia y otros agentes publico y privados.
Un acuerdo de custodia es un procedimiento voluntario entre un propietario y una entidad de custodia para pactar el modo de conservar y gestionar un territorio. Este pacto puede ser verbal o escrito.





Para llevar a la práctica los acuerdos de custodia hace falta la participación de:

  1. La propiedad privada y determinadas formas de propiedad pública o común (municipal, comunal, de dominio público...) que es quien negocia, acepta y desarrolla acuerdos de custodia en sus fincas.
  2. Las entidades de custodia de la sociedad civil (asociaciones, fundaciones...) o públicas (ayuntamientos, consorcios de gestión de territorio, espacios protegidos...), que son las impulsoras de las iniciativas de custodia.
  3. Las administraciones públicas que impulsan la custodia a través de la legislación, ayudas, ventajas fiscales, apoyo técnico y formativo, alianzas con entidades de custodia...
  4. La ciudadanía y las organizaciones de la sociedad (instituciones, empresas...) que apoyan y reconocen la actividad de los propietarios y las entidades de custodia.
La custodia del territorio depende totalmente de mecanismos de participación de estos agentes, donde el trabajo conjunto en alianza se convierte en el camino clave para conservar el territorio y satisfacer los objetivos de todos.

Los mecanismos que utiliza la custodia del territorio son muy variados y van desde la sensibilización, las actividades de educación y voluntariado para la gestión responsable, a acuerdos voluntarios para la gestión de fincas que entrañan diferentes niveles de compromiso. Estos acuerdos pueden implicar requisitos legales, la cesión de la gestión de una finca e incluso la adquisición de derechos reales, o la compra de la finca por parte de una entidad de custodia.

Las entidades de custodia utilizan diferentes mecanismos que tienen a disposición en función de su capacidad de actuación de sus recursos, pero en todos los casos buscan el intercambio de opiniones y los acuerdos con los propietarios, ofreciendo a estos la posibilidad de hacerse responsables de los valores que tiene su finca.
Hay que tener presente que en la mayoría de los casos el mantenimiento de una gestión activa por parte de la propiedad es imprescindible de cara a poder hacer una buena custodia del territorio. Razón por la cual el acuerdo de custodia intenta integrar además la actividad económica y productiva de la finca. Así por ejemplo, se pueden conservar determinadas zonas del bosque que son interesantes para especies de fauna al tiempo que ofrecen recursos forestales y/o no forestales que se pueden explotar; o mantener un determinado tipo de cultivo o área de pasto que genere una rentabilidad económica; o preservar márgenes o muretes de piedra seca que son de utilidad para el propietario y además tienen un valor paisajístico.

El movimiento de custodia del territorio se debe entender como una herramienta esencial para la conservación de la naturaleza y el paisaje en España, por lo que entre sus objetivos principales se encuentra el apoyo a las redes que promueven activamente la custodia del territorio y la firma de acuerdos de custodia del territorio.



- REDES DE CUSTODIA 
En algunas comunidades autónomas del Estado español se han creado organizaciones de segundo nivel que están impulsando la custodia del territorio en sus ámbitos de trabajo al tiempo que apoyan a las entidades de custodia en el desarrollo y mejora de su actividad. En su mayoría, estas organizaciones se han constituido como "redes" inspirándose en el modelo de la Xarxa de Custòdia del Territori de Cataluña que fue la primera que apareció en España en el año 2003. Algunas de estas redes son:

  • Xarxa de Custòdia del Territori (xct).
  • Avinença, Associació Valenciana de Custòdia y Gestió Responsable del Territori
  • Rede Galega de Custodia do Territorio
  • Red de Custodia de Castilla y León
  • Red Aragonesa de Custodia del Territorio
  • Ínsulas, Red Andaluza de Custodia y Gestión del Territorio
  • ICTIB, Impulsores de la Custodia del Territorio en las Islas Baleares



En definitiva desde Efecto Ambientólogo se quiere animar a participar en la red de custodia de cada comunidad, así de concienciar sobre la importancia de La Custodia del Territorio como la estrategia necesaria para ayudar a conservar aquellas zonas del territorio donde la administración pública tiene más dificultades para actuar, y como forma de ayudar a las actuaciones de la misma. 
Puesto que en nuestro país, tradicionalmente, la responsabilidad de conservar y proteger la naturaleza y el paisaje ha recaído en la administración pública. Sin embargo, esta no siempre es capaz de llegar a actuar de forma eficaz en todo el territorio.

Custodia del Territorio: Una herramienta de conservación


La custodia del territorio surge de la necesidad de gestionar y revalorizar ecológica, social, cultural y económicamente una reserva en pro de la conservación. Pero... ¿qué es la custodia del territorio?

Se define custodia del territorio a el conjunto de estrategias e instrumentos que pretenden implicar a los propietarios y usuarios del territorio en la conservación y el buen uso de los valores y los recursos naturales, culturales y paisajísticos.
Para conseguirlo promueve acuerdos y mecanismos de colaboración conjunta entre propietarios, entidades de custodia y otros agentes publico y privados.
Un acuerdo de custodia es un procedimiento voluntario entre un propietario y una entidad de custodia para pactar el modo de conservar y gestionar un territorio. Este pacto puede ser verbal o escrito.





Para llevar a la práctica los acuerdos de custodia hace falta la participación de:

  1. La propiedad privada y determinadas formas de propiedad pública o común (municipal, comunal, de dominio público...) que es quien negocia, acepta y desarrolla acuerdos de custodia en sus fincas.
  2. Las entidades de custodia de la sociedad civil (asociaciones, fundaciones...) o públicas (ayuntamientos, consorcios de gestión de territorio, espacios protegidos...), que son las impulsoras de las iniciativas de custodia.
  3. Las administraciones públicas que impulsan la custodia a través de la legislación, ayudas, ventajas fiscales, apoyo técnico y formativo, alianzas con entidades de custodia...
  4. La ciudadanía y las organizaciones de la sociedad (instituciones, empresas...) que apoyan y reconocen la actividad de los propietarios y las entidades de custodia.
La custodia del territorio depende totalmente de mecanismos de participación de estos agentes, donde el trabajo conjunto en alianza se convierte en el camino clave para conservar el territorio y satisfacer los objetivos de todos.

Los mecanismos que utiliza la custodia del territorio son muy variados y van desde la sensibilización, las actividades de educación y voluntariado para la gestión responsable, a acuerdos voluntarios para la gestión de fincas que entrañan diferentes niveles de compromiso. Estos acuerdos pueden implicar requisitos legales, la cesión de la gestión de una finca e incluso la adquisición de derechos reales, o la compra de la finca por parte de una entidad de custodia.

Las entidades de custodia utilizan diferentes mecanismos que tienen a disposición en función de su capacidad de actuación de sus recursos, pero en todos los casos buscan el intercambio de opiniones y los acuerdos con los propietarios, ofreciendo a estos la posibilidad de hacerse responsables de los valores que tiene su finca.
Hay que tener presente que en la mayoría de los casos el mantenimiento de una gestión activa por parte de la propiedad es imprescindible de cara a poder hacer una buena custodia del territorio. Razón por la cual el acuerdo de custodia intenta integrar además la actividad económica y productiva de la finca. Así por ejemplo, se pueden conservar determinadas zonas del bosque que son interesantes para especies de fauna al tiempo que ofrecen recursos forestales y/o no forestales que se pueden explotar; o mantener un determinado tipo de cultivo o área de pasto que genere una rentabilidad económica; o preservar márgenes o muretes de piedra seca que son de utilidad para el propietario y además tienen un valor paisajístico.

El movimiento de custodia del territorio se debe entender como una herramienta esencial para la conservación de la naturaleza y el paisaje en España, por lo que entre sus objetivos principales se encuentra el apoyo a las redes que promueven activamente la custodia del territorio y la firma de acuerdos de custodia del territorio.



- REDES DE CUSTODIA 
En algunas comunidades autónomas del Estado español se han creado organizaciones de segundo nivel que están impulsando la custodia del territorio en sus ámbitos de trabajo al tiempo que apoyan a las entidades de custodia en el desarrollo y mejora de su actividad. En su mayoría, estas organizaciones se han constituido como "redes" inspirándose en el modelo de la Xarxa de Custòdia del Territori de Cataluña que fue la primera que apareció en España en el año 2003. Algunas de estas redes son:

  • Xarxa de Custòdia del Territori (xct).
  • Avinença, Associació Valenciana de Custòdia y Gestió Responsable del Territori
  • Rede Galega de Custodia do Territorio
  • Red de Custodia de Castilla y León
  • Red Aragonesa de Custodia del Territorio
  • Ínsulas, Red Andaluza de Custodia y Gestión del Territorio
  • ICTIB, Impulsores de la Custodia del Territorio en las Islas Baleares



En definitiva desde Efecto Ambientólogo se quiere animar a participar en la red de custodia de cada comunidad, así de concienciar sobre la importancia de La Custodia del Territorio como la estrategia necesaria para ayudar a conservar aquellas zonas del territorio donde la administración pública tiene más dificultades para actuar, y como forma de ayudar a las actuaciones de la misma. 
Puesto que en nuestro país, tradicionalmente, la responsabilidad de conservar y proteger la naturaleza y el paisaje ha recaído en la administración pública. Sin embargo, esta no siempre es capaz de llegar a actuar de forma eficaz en todo el territorio.

martes, 17 de noviembre de 2015

Hacia la COP de 2015 en París

Francia va a acoger y presidir la vigésimo primera Conferencia de las Partes de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático de 2015 (COP21/CMP11), también llamada «París 2015» del 30 de noviembre al 11 de diciembre
Se trata de una fecha crucial, ya que debe desembocar en un nuevo acuerdo internacional sobre el clima aplicable a todos los países, con el objetivo de mantener el calentamiento global por debajo de los 2ºC.
Francia desempeñará por lo tanto un papel de primer orden en el plano internacional, para acercar las posiciones y facilitar la búsqueda de un consenso en Naciones Unidas y también en la Unión europea, la cual ocupa un lugar importante en las negociaciones sobre el clima.


¿Qué es la COP21?


La Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, conocida como CMNUCC (UNFCCC en inglés) fue adoptada durante la Cumbre de la Tierra de Río de Janeiro en 1992. Entró en vigor el 21 de marzo de 1994 y ha sido ratificada por 196 Estados, que constituyen las «Partes», las partes interesadas, de la Convención.

Esta Convención Marco es una convención universal de principios que reconoce la existencia de un cambio climático debido a la actividad humana y atribuye a los países industrializados la responsabilidad principal para luchar contra este fenómeno.

La Conferencia de las Partes (COP), compuesta por todos los Estados «Partes», constituye el órgano supremo de la Convención. Se reúne anualmente en conferencias mundiales en las que se adoptan decisiones para respetar los objetivos de lucha contra el cambio climático. Las decisiones solo se pueden tomar por unanimidad de las Partes o por consenso. La COP que se celebrará en París será la 21ª, de ahí el nombre de COP21.

También se habla de CMP para designar a los Estados de la Reunión de las Partes en el Protocolo de Kioto; París supondrá la 11ª sesión (de ahí CMP11). La CMP vela por la aplicación del Protocolo de Kyoto y toma decisiones para promover la eficacia de esta.

Los retos de la COP21


La COP 21 debe constituir una etapa decisiva en la negociación del futuro acuerdo internacional previsto para después de 2020, con el objetivo de que todos los países, y entre ellos los mayores emisores de gases de efecto invernadero –países desarrollados y países en desarrollo- estén vinculados por un acuerdo universal sobre el clima.

El acuerdo deberá traducir un cambio de orientación que tenga en cuenta el reto climático no ya como una necesaria "carga compartida" en lo que se refiere a las emisiones, sino como una oportunidad para crear empleo y riqueza a través del desarrollo de nuevos modelos de producción y de consumo.

Lo que está en juego es importante: se trata de lograr, por primera vez, un acuerdo universal y vinculante que permitirá luchar eficazmente contra el cambio climático e impulsar / acelerar la transición hacia sociedades y economías resilientes y bajas en carbono.
A tal efecto, el futuro acuerdo deberá tratar, de modo equilibrado, sobre los esfuerzos de disminución de las emisiones de gases de efecto invernadero para limitar el calentamiento global a 2°Celsius - y sobre la adaptación de las sociedades a los cambios climáticos ya existentes. Estos esfuerzos deberán tomar en cuenta las necesidades y las capacidades de cada país. 
Por último, el acuerdo entrará en vigor a partir de 2020 y deberá ser duradero, para permitir una transformación a largo plazo.

Además, cada país deberá publicar, lo antes posible y antes de la COP21, una contribución nacional donde presente sus esfuerzos nacionales. Este tipo de ejercicio constituye una gran novedad en las negociaciones climáticas internacionales. En vísperas de la Conferencia de París, la secretaría de la Convención Marco de las Naciones Unidas publicará una síntesis de dichas contribuciones, lo que permitirá observar el efecto acumulado de todos los esfuerzos.

Otro objetivo esencial de Paris 2015: la movilización de 100.000 millones de dólares al año por parte de los países desarrollados, de fuentes públicas y privadas, a partir de 2020. Este compromiso, formulado en Copenhague, deberá permitir a los países en desarrollo luchar contra el cambio climático, al tiempo que se favorece un desarrollo sostenible y justo. Parte de estos fondos transitarán por el Fondo Verde para el Clima, cuya primera capitalización ha alcanzado 10.200 millones de dólares.

Por último, se están desarrollando actualmente numerosas iniciativas por parte de numerosos actores no gubernamentales: ayuntamientos, regiones, empresas, asociaciones... es lo que se ha denominado, la Agenda de las soluciones. Desde la cumbre de Nueva York de septiembre de 2014, está cobrando importancia una dinámica positiva de aplicación de acciones concretas, intercambios de buenas prácticas y transferencia de conocimientos. Este conjunto de soluciones complementará los compromisos de los Estados, eviará un mensaje de oportunidades económicas y sociales y contribuirá así a reforzar la ambición de cada uno.

Sombras de París 2015


El pasado 6 de marzo de 2015, la UE presentó sus Contribuciones Previstas y Determinadas a Nivel Nacional (INDC) formalmente y propuso un objetivo vinculante y extendido a todo el sistema económico de al menos el 40% de reducción de las emisiones internas de gases de efecto invernadero para el conjunto de la UE, por debajo de los niveles de 1990 para el año 2030. Este objetivo queda por debajo de los niveles de ambición imprescindibles para que París se convierta en un éxito. El foco de atención está principalmente en aquellos gobiernos que aún no han presentado su INDC. Sin embargo, esto no debe disuadir a la UE para mostrar su disposición a comprometerse con recortes de emisiones en París más profundos. 

Un análisis recientemente realizado por Ecofys, encargado por Greenpeace, muestra que, a través de la aplicación de los enfoques globales, la participación equitativa de la UE en la reducción de las emisiones globales para 2030 estaría alrededor del 49% de reducción de las emisiones respecto a los niveles de 1990 . Por otra parte, el excedente de las asignaciones de emisiones mediante el Sistema de Comercio de Emisiones (ETS, por sus siglas en inglés) podría diluir el objetivo de reducción de gases de efecto invernadero de la UE si, con el tiempo, estas asignaciones volvieran al mercado desde la llamada Reserva para la Estabilidad del Mercado (ETS MSR). Por lo tanto, una reducción de 7 puntos porcentuales, junto con la retirada de los permisos de emisión excedente son necesarios para restaurar la eficacia del ETS y asegurar que los objetivos de la UE se consigan.





La reducción de las emisiones nacionales de cada país de la UE debe dar como resultado al menos el 55% de reducción de las emisiones de toda la UE respecto a los niveles de 1990 y debe ser respaldada por un aumento de la eficiencia energética y de los objetivos de energía renovable en la UE. 

Es importante incorporar en el Protocolo de París un poderoso mecanismo que estimule a los gobiernos a comprometerse con objetivos más ambiciosos después de dicha conferencia y que evite un posible bloqueo en unos niveles de ambición insuficientes para 2030. 

Una simple "revisión intermedia" de los objetivos para el año 2025 no es una respuesta suficiente para garantizar que los objetivos se incrementarán en el futuro: la experiencia demuestra que tan pronto como se establezcan los objetivos, más difícil será revisarlos. Por lo tanto, el objetivo de la UE para 2030 debe complementarse con un objetivo intermedio para 2025, que debe incluirse en el compromiso de reducción de emisiones final de la UE para París. Un objetivo global a largo plazo: 100 % en energías renovables para todos  los países para el año 2050, abriendo un camino de descarbonización seguro y sostenible para la economía mundial. Un objetivo del 100% de energías renovables permitiría a los gobiernos y a los inversores privados planificar con antelación y apoyar las tecnologías que requieren una comercialización a gran escala en los próximos 10 a 20 años, incluyendo la electrificación de los transportes, las tecnologías de vanguardia para la industria, el almacenamiento de energía y las tecnologías innovadoras de energías renovables. Una acción a corto plazo (definida en las INDCs) es importante para asegurar un pico y un descenso de las emisiones globales lo antes posible, pero se debe encuadrar en un horizonte temporal a largo plazo para asegurar que el objetivo global de mantener el aumento de la temperatura por debajo de 2ºC (o incluso 1,5ºC) siga pudiéndose alcanzar.  





Solo 56 países han presentado sus compromisos de reducir las emisiones a día de hoy, entre ellos, los más contaminantes del planeta como EEUU, China y toda la UE. Pero son muy pocos países (este número representa sólo una cuarta parte de todos los estados miembros de la ONU) teniendo en cuenta que 140 aún no han presentado documento alguno para sumarse al objetivo.

Un análisis publicado por el Instituto de Investigación Grantham sobre Cambio Climático y el Consejo Económico y Social de Reino Unido ha advertido de que los esfuerzos de los países en la lucha contra el cambio climático no van a ser suficientes para limitar el calentamiento global a 2ºC.

El informe asegura que se deberían tomar medidas adicionales a los compromisos que se han obtenido hasta ahora. Entre ellas, incluye un trabajo duro en los próximos meses por parte de todos los países para encontrar maneras creíbles de lograr una mayor reducción de emisiones, y/o lograr a través de esfuerzos adicionales por parte de asociaciones (por ejemplo, a través de iniciativas de descarbonización específicas entre los países dispuestos).

Además, el informe Grantham también recomienda una “intensificación de los esfuerzos para aumentar la inversión y la innovación”, particularmente en el desarrollo de las ciudades, los sistemas de energía y el uso de la tierra que podrían ayudar a cerrar la brecha entre las intenciones y objetivos y la creación de un mecanismo para que los países revisen sus esfuerzos.



Así está el panorama a 13 días de que se inicie la gran cumbre sobre el cambio climático. Queda mucho por hacer. O algunos países dan el paso hacia adelante o estaremos ante un nuevo fallo mundial de cara al futuro del planeta.


La lucha contra el Cambio Climático tiene que lograr una serie de acuerdos para que: 
  • Proporcionen una señal fuerte para gobiernos, empresas e inversores. No más de 2ºC.
  • Un acuerdo global para una economía real baja en carbono. Eliminación de subsidios a los combustibles fósiles.
  • Transparencia y la rendición de cuentas. Medición, Reporte y Verificación.
  • Propiciar la inversión en proyectos de bajas emisiones, Fondo Verde.
  • Garantizar la equidad. 
  • Ayuda a poblaciones vulnerables aumentar la resilencia y adaptarse a los impactos climáticos.

Por ello sólo queda decir: “Siempre nos quedará París”

Hacia la COP de 2015 en París

Francia va a acoger y presidir la vigésimo primera Conferencia de las Partes de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático de 2015 (COP21/CMP11), también llamada «París 2015» del 30 de noviembre al 11 de diciembre
Se trata de una fecha crucial, ya que debe desembocar en un nuevo acuerdo internacional sobre el clima aplicable a todos los países, con el objetivo de mantener el calentamiento global por debajo de los 2ºC.
Francia desempeñará por lo tanto un papel de primer orden en el plano internacional, para acercar las posiciones y facilitar la búsqueda de un consenso en Naciones Unidas y también en la Unión europea, la cual ocupa un lugar importante en las negociaciones sobre el clima.


¿Qué es la COP21?


La Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, conocida como CMNUCC (UNFCCC en inglés) fue adoptada durante la Cumbre de la Tierra de Río de Janeiro en 1992. Entró en vigor el 21 de marzo de 1994 y ha sido ratificada por 196 Estados, que constituyen las «Partes», las partes interesadas, de la Convención.

Esta Convención Marco es una convención universal de principios que reconoce la existencia de un cambio climático debido a la actividad humana y atribuye a los países industrializados la responsabilidad principal para luchar contra este fenómeno.

La Conferencia de las Partes (COP), compuesta por todos los Estados «Partes», constituye el órgano supremo de la Convención. Se reúne anualmente en conferencias mundiales en las que se adoptan decisiones para respetar los objetivos de lucha contra el cambio climático. Las decisiones solo se pueden tomar por unanimidad de las Partes o por consenso. La COP que se celebrará en París será la 21ª, de ahí el nombre de COP21.

También se habla de CMP para designar a los Estados de la Reunión de las Partes en el Protocolo de Kioto; París supondrá la 11ª sesión (de ahí CMP11). La CMP vela por la aplicación del Protocolo de Kyoto y toma decisiones para promover la eficacia de esta.

Los retos de la COP21


La COP 21 debe constituir una etapa decisiva en la negociación del futuro acuerdo internacional previsto para después de 2020, con el objetivo de que todos los países, y entre ellos los mayores emisores de gases de efecto invernadero –países desarrollados y países en desarrollo- estén vinculados por un acuerdo universal sobre el clima.

El acuerdo deberá traducir un cambio de orientación que tenga en cuenta el reto climático no ya como una necesaria "carga compartida" en lo que se refiere a las emisiones, sino como una oportunidad para crear empleo y riqueza a través del desarrollo de nuevos modelos de producción y de consumo.

Lo que está en juego es importante: se trata de lograr, por primera vez, un acuerdo universal y vinculante que permitirá luchar eficazmente contra el cambio climático e impulsar / acelerar la transición hacia sociedades y economías resilientes y bajas en carbono.
A tal efecto, el futuro acuerdo deberá tratar, de modo equilibrado, sobre los esfuerzos de disminución de las emisiones de gases de efecto invernadero para limitar el calentamiento global a 2°Celsius - y sobre la adaptación de las sociedades a los cambios climáticos ya existentes. Estos esfuerzos deberán tomar en cuenta las necesidades y las capacidades de cada país. 
Por último, el acuerdo entrará en vigor a partir de 2020 y deberá ser duradero, para permitir una transformación a largo plazo.

Además, cada país deberá publicar, lo antes posible y antes de la COP21, una contribución nacional donde presente sus esfuerzos nacionales. Este tipo de ejercicio constituye una gran novedad en las negociaciones climáticas internacionales. En vísperas de la Conferencia de París, la secretaría de la Convención Marco de las Naciones Unidas publicará una síntesis de dichas contribuciones, lo que permitirá observar el efecto acumulado de todos los esfuerzos.

Otro objetivo esencial de Paris 2015: la movilización de 100.000 millones de dólares al año por parte de los países desarrollados, de fuentes públicas y privadas, a partir de 2020. Este compromiso, formulado en Copenhague, deberá permitir a los países en desarrollo luchar contra el cambio climático, al tiempo que se favorece un desarrollo sostenible y justo. Parte de estos fondos transitarán por el Fondo Verde para el Clima, cuya primera capitalización ha alcanzado 10.200 millones de dólares.

Por último, se están desarrollando actualmente numerosas iniciativas por parte de numerosos actores no gubernamentales: ayuntamientos, regiones, empresas, asociaciones... es lo que se ha denominado, la Agenda de las soluciones. Desde la cumbre de Nueva York de septiembre de 2014, está cobrando importancia una dinámica positiva de aplicación de acciones concretas, intercambios de buenas prácticas y transferencia de conocimientos. Este conjunto de soluciones complementará los compromisos de los Estados, eviará un mensaje de oportunidades económicas y sociales y contribuirá así a reforzar la ambición de cada uno.

miércoles, 4 de noviembre de 2015

¡SOS ABEJAS!

Las abejas son insectos sociales. Viven en las colmenas, donde existen tres castas.
Las únicas abejas que normalmente vemos son las obreras. Son hembras que no están desarrolladas sexualmente. Estas abejas buscan alimento (polen y néctar de las flores), construyen la colmena y la protegen.


El trabajo de la abeja reina es sencillo: pone los huevos que constituirán la nueva generación de abejas. Normalmente no hay más que una abeja reina en una colmena. Si muere, las obreras crean una nueva abeja reina alimentando a una de las obreras con una dieta especial, la jalea real. Este elixir hace que la abeja obrera se desarrolle y se convierta en una reina fértil. Las reinas también ponen orden en el trabajo de la colmena desarrollando productos químicos que guían el comportamiento de las demás abejas.
Los zánganos son la tercera casta de las colmenas, y son machos. En cada colmena viven cientos de zánganos durante la primavera y el verano, pero son expulsados en invierno.
Las colmenas han proporcionado a los hombres miel y cera de abeja desde hace mucho tiempo. Este uso comercial ha desarrollado la industria de la apicultura.



La polinización de las flores es vital para nuestra alimentación y para la biodiversidad, es un proceso natural, que permite que se fecunden las flores y den así frutos y semillas, pero las abejas están desapareciendo. 

  • Causas:

Una de las causas de su desaparición es el uso de plaguicidas tóxicos en la llamada agricultura industrial, basada en monocultivos que proporcionan menos disponibilidad y diversidad de alimento para estos insectos, que a su vez produce la pérdida de hábitats. Su solución reside en el cambio del modelo de la agricultura industrial por una agricultura ecológica. 

Otras causas son la proliferación de parásitos, enfermedades, especies vegetales y animales invasoras y por supuesto los impactos del cambio climático

  • El aumento cada vez mayor y significativo de ozono troposférico descompone las fragancias que despiden las flores para atraer a dichos animales polinizadores. 
  • La reducción de la variedad de flores reduce el número de abejas. Por otro lado hay abejas que se adaptan a estos pesticidas y plaguicidas volviéndose 'adictas' al polen que contienen estos productos químicos, como si de una droga se tratase.

Se ha calculado que el valor económico de la labor de polinización de las abejas podría estar entorno a los 2.400 millones de euros anuales en España (recientemente calculado por Greenpeace en su informe "Alimentos bajo amenaza").
El informe "El declive de las abejas" advierte que las poblaciones de abejas disminuyeron en Europa un 25% entre 1985 y 2005.

Por su parte, la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO por sus siglas en inglés) muestra en el informe "UNEP Emerging Issues" que el declive de las abejas está ocurriendo en todo el mundo. Además, la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA, por sus siglas en inglés) ha expresado sus preocupaciones respecto a dos plaguicidas neonicotinoides, puesto que podrían afectar también el desarrollo del sistema nervioso de los seres humanos.


  • Insecticidas neonicotinoides:


Diversos estudios sitúan a una serie de pesticidas, encabezados por los 
neonicotinoides como los principales causantes de dichas desapariciones, pero no fue hasta febrero de 2015 cuando un estudio de las Universidades de St Andrews y Dundee, confirma que los insecticidas neonicotinoides dañan el cerebro de las abejas. Actualmente una serie de normas Europeas prohíben el uso deciertos insecticidas neonicotinoides, concretamente tres de estos insecticidas.



  • Nicotina:

La Nicotina es un alcaloide de la planta del tabaco (Nicotiana tabacum) utilizado como insecticida natural. Es un potente veneno, se usa como insecticidas para invernaderos, siendo tóxico para los mamíferos. Este hecho hizo que se buscara compuestos derivados de la nicotina que retuvieran las propiedades insecticidas de la nicotina pero menos efectos en los mamíferos. De estas investigaciones derivan una serie de insecticidas, los llamados neonicotinoides, que presentan una elevada toxicidad para los insectos y una baja toxicidad para mamíferos.

  • Neonicotinoides:

De la nicotina derivan una familia de insecticidas, los llamados neonicotinoides (de neo-, nuevo, -nicotin-, nicotina y -oide, parecido a) que actúan en el sistema nervioso central de los insectos y, con menor toxicidad, en vertebrados como aves y mamíferos. Los neonicotinoides están entre los insecticidas más utilizados a nivel mundial, pero recientemente el uso de ciertos químicos de esta familia está siendo restringido en países debido a una posible relación con el Colapso de las Colonias de Abejas, en ingles “Colony Collapse Disorder“, o CCD. El desarrollo de esta clase de insecticidas comenzó en la década de los 80 por la empresa Shell y posteriormente en la de los 90 por Bayer.


Insecticidas neonicotinoides derivados de la nicotina



  • Modo de acción de los insecticidas neonicotinoides:


Los insecticidas neonicotinoides, activa el neurotransmisor acetilcolina. Estos receptores están el el sistema nervioso central de los insectos. Cuando se activan estos receptores se produce una estimulación nerviosa pero si los estímulos son mayores llegan a bloquearse dichos receptores, lo que provoca parálisis e incluso la muerte. 
Efecto de los neonicotinoides en abejas

En los mamíferos, los receptores nicotínicos de la acetilcolina se encuentran tanto en el sistema nervioso central como en el periférico, y además la unión entre los insecticidas neonicotinoides y los receptores nicotínicos son menos intensas que en los insectos, por lo que son menos tóxicos para mamíferos que para insectos.

Estudios independientes muestran que mientras que el tiempo de vida media de la fotodegradación de la mayoría de los neonicotinoides es de alrededor de 34 días si se exponen a la luz solar directa pero la degradación puede llegar hasta casi 1400 días en ausencia de la actividad solar, es decir, en el interior del insecto. Y como problema añadido, se cree que los neonicotinoides pueden acumularse en acuíferos.



Las exposiciones de bajo nivel no suelen matar directamente las abejas, pero puede afectar a las habilidades de estos insectos como puede ser la habilidad de alimentarse, aprender las rutas de ida y venida a la colmena. Además los insecticidas neonicotinoides , si no llegan a la cantidad que produce la muerte de la abeja, debilitan el sistema inmune de estas, ya débil de por sí, por lo que son propensas al ataque de diversos virus, bacterias e incluso ácaros.

  • Prohibición de los insecticidas neonicotinoides:


Prohibición de la UE

En respuesta a la creciente preocupación sobre el impacto de los neonicotinoides en las poblaciones de abejas melíferas, la Comisión Europea pidió a la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria que estudiara la seguridad de estos insecticidas, llegando a la conclusión que los estudios publicados anteriormente y que estaban patrocinados por la industria eran defectuosos y que los insecticidas neonicotinoides planteaban un riesgo inaceptable para las abejas. En respuesta a este estudio, la Comisión Europea recomendó una moratoria en toda la Unión Europea.
El 29 de abril de 2013, 15 de los 27 estados miembros de la Unión Europea votó a favor de aprobar una prohibición de 2 años en el uso de tres neonicotinoides ( imidacloprid, clothianidina y thiamethoxam) para "tener en cuenta las novedades científicas y técnicas relevantes", ocho países votaron en contra de la prohibición y mientras que cuatro se abstuvieron.

En España la muerte de millones de abejas hizo titulares tras las denuncias de grupos apicultores afectados en Girona en 2013 y Murcia en 2014.

Dow Chemicals ha desarrollado un nuevo insecticida, sulfoxaflor, altamente venenoso, también neurotóxico. A pesar de eso la Comisión Europea autorizó en julio de 2015 el uso de sulfoxaflor. Mientras que en EE.UU. el pasado septiembre, un tribunal de apelaciones de California dio la razón prohibiendo la utilización de sulfoxaflor. 



  • Soluciones:

Si no se producen cambios,  podríamos asistir a un declive irreversible de las poblaciones de insectos polinizadores, lo que implicaría una pérdida de productividad de la gran mayoría de cultivos (en Europa el 84% de 264 cultivos dependen de la polinización por insectos) e incluso la inviabilidad de otros. Esto supondría un incremento del precio de los cultivos que se pudiesen mantener y un cambio en la pirámide alimentaria. Podríamos polinizar a mano algunos cultivos con un interés comercial importante… pero, ¿quién va a polinizar el romero, tomillo, zarzamoras, arándanos y un largo etcétera?

Por tanto es imprescindible aplicar soluciones. El primer paso es
prohibir los productos tóxicos para las abejas actualmente en uso, y hacer que la evaluación de riesgos de los plaguicidas sea mucho más estricta. Por otro lado, deben ponerse en marcha planes integrales de acción para salvar a las abejas. Y la solución definitiva es la adopción de la agricultura ecológica
como única vía para una producción sostenible.

Este cambio lo pueden iniciar los políticos, apostando por un modelo de agricultura ecológica y legislando en consonancia; los agricultores, cambiando sus prácticas de cultivo; y las empresas, desarrollando líneas de productos y técnicas ecológicas. Y, por supuesto, también las personas demandando productos ecológicos.
conseguir un modelo de agricultura que proteja, mantenga y restaure la diversidad de la vida en la Tierra, respete los límites ecológicos y sea socialmente justa.




“Si la abeja desapareciera del planeta, al hombre solo le quedarían 4 años de vida: sin abejas, no hay polinización, ni hierba, ni animales, ni hombres”. Albert Einstein