viernes, 29 de abril de 2016

Cambio Climático Parte I

El Cambio Climático es cada vez un problema que se va acentuando, este problema cada vez tiene un calado mayor en la población pero lo que es más preocupante es una asimilación como un problema más de los que nos acontecen. 
Actualmente hay pruebas, investigaciones científicas, que nos evidencian sobre las acciones sobre el calentamiento global. Modificaciones en la distribución de animales o plantas, el crecimiento de la cosecha, la pesca, períodos de sequía y estaciones con variaciones
térmicas y pluviométricas atípicas.

Se llama cambio climático a la variación global del clima de la Tierra. Esta variación es debida a causas naturales pero también a la acción del hombre y se producen a muy diversas escalas de tiempo y sobre todos los parámetros climáticos: temperatura, precipitación, nubosidad, etc. El mundo industrializado ha conseguido que la concentración de estos gases haya aumentado un 30% desde el siglo pasado, cuando, sin la actuación humana, la naturaleza se encargaba de equilibrar las emisiones. Por lo tanto, podemos afirmar que el hombre es el causante de la aceleración de este cambio, un cambio que no le permite a la naturaleza por sí misma de auto-equilibrarse. 

Existen muchos ejemplos que podemos citar de como el calentamiento global, cambio climático o efecto invernadero, han comenzado a hacer estragos y se esta dejando notar. 
Gorrión común./ Foto SEO/BirdLife

Como cada año, la organización ornitológica SEO/BirdLife, mediante votación popular abierta se eligió como Ave del Año 2016 al gorrión común (Passer domesticus). El gorrión una ave característica y común es una claro ejemplo de como está sufriendo las consecuencias y los efectos del cambio climático. 
Este ave sedentaria se distribuye por todo el planeta y es muy habitual en entornos urbanos, aun así su población se ha visto disminuida en los últimos años. En España, los análisis indican una caída de más de un 14% con respecto a 1998. Conviviendo con el ser humano desde hace siglos y gracias a ello se ha extendido a lugares donde no existía de forma natural. La falta de alimentos, la competencia de las especies exóticas, los insecticidas, son cambios producidos por el ser humano.


A final de 2015 nos encontramos con otra evidencia, los medios de comunicación se hacía eco de la sequía del Ebro, en pleno invierno. La cuenca del Ebro cerraba un año natural en el que los principales síntomas que los expertos atribuyen al cambio climático se habrán dejado sentir con una claridad tan inusual como inquietante: sequedad generalizada al comenzar el invierno del segundo año más caluroso desde que existen datos y que, al mismo tiempo, incluyó la mayor riada en medio siglo.

Sequía en pleno invierno en el Ebro/ Imagen E.Bayona
De hecho, las previsiones de la Oficina de Planificación de la CHE (Conferencia Hidrográfica del Ebro) pronostica que la alteración de la meteorología restará 600 hectómetros cúbicos anuales de agua a la cuenca, pasando a tener más déficit hídrico de 1.500 hectómetros cúbicos, mayor que el que soporta el litoral en su conjunto: 400 en el Segura, 300 en la zona oriental de Andalucía, 245 en el Júcar y 78 en Cataluña, según sus respectivos planes hidrológicos. 
De la misma manera, el calentamiento global provocará un aumento del nivel del mar de entre 15 y 100 centímetros provocando la inundación al Delta del Ebro. 
Además, recientes estudios que manejan los responsables de la CHE también apuntan a una serie de cambios en el régimen de precipitaciones que harán que nieve menos y que esas reservas se fundan en menos tiempo, debido al aumento de la temperatura invernal y primaveral en el Pirineo, reduciendo la posibilidad de aprovechar esos recursos. 

El negacionismo climático lo tiene cada vez más difícil, porque cada vez hay más evidencias. Durante la Cumbre sobre el Clima celebrada en el mes de diciembre de 2015 en París, se discutió sobre los elevados costes de las medidas necesarias para evitar que la temperatura suba por encima de los dos grados a final de siglo. Pero, esa no es la única cuenta que se debe hacer. También hay que calcular el coste, económico y humano, de vidas, que estos fenómenos extremos nos suponen y nos van a suponer en el futuro si no ponemos remedio. 


Ésta es la primera parte de una serie de publicaciones ha realizar sobre el cambio climático, cuyo objetivo es concienciar de su importancia, de sus consecuencias y aunque parezca alarmista, estamos a tiempo de mitigar esos efectos, por nuestro presente pero también por nuestro futuro y el de las próximas generaciones. 









Cambio Climático Parte I

El Cambio Climático es cada vez un problema que se va acentuando, este problema cada vez tiene un calado mayor en la población pero lo que es más preocupante es una asimilación como un problema más de los que nos acontecen. 
Actualmente hay pruebas, investigaciones científicas, que nos evidencian sobre las acciones sobre el calentamiento global. Modificaciones en la distribución de animales o plantas, el crecimiento de la cosecha, la pesca, períodos de sequía y estaciones con variaciones
térmicas y pluviométricas atípicas.

Se llama cambio climático a la variación global del clima de la Tierra. Esta variación es debida a causas naturales pero también a la acción del hombre y se producen a muy diversas escalas de tiempo y sobre todos los parámetros climáticos: temperatura, precipitación, nubosidad, etc. El mundo industrializado ha conseguido que la concentración de estos gases haya aumentado un 30% desde el siglo pasado, cuando, sin la actuación humana, la naturaleza se encargaba de equilibrar las emisiones. Por lo tanto, podemos afirmar que el hombre es el causante de la aceleración de este cambio, un cambio que no le permite a la naturaleza por sí misma de auto-equilibrarse. 

Existen muchos ejemplos que podemos citar de como el calentamiento global, cambio climático o efecto invernadero, han comenzado a hacer estragos y se esta dejando notar. 
Gorrión común./ Foto SEO/BirdLife

Como cada año, la organización ornitológica SEO/BirdLife, mediante votación popular abierta se eligió como Ave del Año 2016 al gorrión común (Passer domesticus). El gorrión una ave característica y común es una claro ejemplo de como está sufriendo las consecuencias y los efectos del cambio climático. 
Este ave sedentaria se distribuye por todo el planeta y es muy habitual en entornos urbanos, aun así su población se ha visto disminuida en los últimos años. En España, los análisis indican una caída de más de un 14% con respecto a 1998. Conviviendo con el ser humano desde hace siglos y gracias a ello se ha extendido a lugares donde no existía de forma natural. La falta de alimentos, la competencia de las especies exóticas, los insecticidas, son cambios producidos por el ser humano.


A final de 2015 nos encontramos con otra evidencia, los medios de comunicación se hacía eco de la sequía del Ebro, en pleno invierno. La cuenca del Ebro cerraba un año natural en el que los principales síntomas que los expertos atribuyen al cambio climático se habrán dejado sentir con una claridad tan inusual como inquietante: sequedad generalizada al comenzar el invierno del segundo año más caluroso desde que existen datos y que, al mismo tiempo, incluyó la mayor riada en medio siglo.

Sequía en pleno invierno en el Ebro/ Imagen E.Bayona
De hecho, las previsiones de la Oficina de Planificación de la CHE (Conferencia Hidrográfica del Ebro) pronostica que la alteración de la meteorología restará 600 hectómetros cúbicos anuales de agua a la cuenca, pasando a tener más déficit hídrico de 1.500 hectómetros cúbicos, mayor que el que soporta el litoral en su conjunto: 400 en el Segura, 300 en la zona oriental de Andalucía, 245 en el Júcar y 78 en Cataluña, según sus respectivos planes hidrológicos. 
De la misma manera, el calentamiento global provocará un aumento del nivel del mar de entre 15 y 100 centímetros provocando la inundación al Delta del Ebro. 
Además, recientes estudios que manejan los responsables de la CHE también apuntan a una serie de cambios en el régimen de precipitaciones que harán que nieve menos y que esas reservas se fundan en menos tiempo, debido al aumento de la temperatura invernal y primaveral en el Pirineo, reduciendo la posibilidad de aprovechar esos recursos. 

El negacionismo climático lo tiene cada vez más difícil, porque cada vez hay más evidencias. Durante la Cumbre sobre el Clima celebrada en el mes de diciembre de 2015 en París, se discutió sobre los elevados costes de las medidas necesarias para evitar que la temperatura suba por encima de los dos grados a final de siglo. Pero, esa no es la única cuenta que se debe hacer. También hay que calcular el coste, económico y humano, de vidas, que estos fenómenos extremos nos suponen y nos van a suponer en el futuro si no ponemos remedio. 


Ésta es la primera parte de una serie de publicaciones ha realizar sobre el cambio climático, cuyo objetivo es concienciar de su importancia, de sus consecuencias y aunque parezca alarmista, estamos a tiempo de mitigar esos efectos, por nuestro presente pero también por nuestro futuro y el de las próximas generaciones.